30 de noviembre de 2011

El efecto Van Damme


Cuando tenía 11 años era bastante fan de Van Damme. En dos ocasiones me compré la Dojo, bizarra revista que te permitía adquirir un traje de ninja, unos nunchakus y una espada samurai. No quiero ni pensar en las consecuencias de esas compras. Nunca vi una película entera, pero me fascinaba la programación de Cinturón Negro, el programa de Antena 3 que presentaba Coral Bistuer con películas de todos los imitadores de Bruce Lee y guerreros americanos. Patada voladora que provoca un Ránking eléctrico e improvisado: Bruce Lee, Jackie Chan, Van Damme y por último Chuck Norris. Seagal nunca.

He visto dos películas de Van Damme en pantalla grande. Sin escape (1993) no estaba mal, aunque le faltaban acrobacias y le sobraban gags familiares. Lo de Street Fighter (1994) no tiene perdón ni justificación. Lo más bizarro: Kylie Minogue y Raúl Julia. He visionado Kickboxer (1989) varias veces. Muchas veces. Alguna especie de extraña tara cerebral me impide cambiar de canal si se emite por televisión. Robé la carátula de Kickboxer en un videoclub y pensé en robar también la de Black Eagle (1988), una cinta que ni siquiera he visto entera. He visto una película mala pero divertida llamada Retroceder nunca, rendirse jamás (1986). Al protagonista se le aparece el fantasma de Bruce Lee y sigue un entrenamiento para derrotar al malote ruso (primera aparición de un Van Damme engominado). No he vuelto a ver ninguna cinta de Van Damme. Aunque su colaboración con John Woo o Ringo Lam siempre me ha despertado curiosidad.  Lo de JCVD (2008) sigue pendiente pero no hay prisa. Hace poco, charlando con McKeyhan me doy cuenta que nunca llegué a ver la célebre Contacto Sangriento (1988). Menudo fan.

29 de noviembre de 2011

Predicador psicópata busca prostituta con peluca

Más información en La Pasión de China Blue. Preguntar por Ken Russell (1927-2011).

25 de noviembre de 2011

La fin absolue du monde

Lo de dividir una cinta en dos fragmentos es arriesgado: siempre te quedas con uno en detrimento del otro. Ya me ocurría con Solondz y los dos segmentos que formaban Storytelling (2001). Y todavía hoy sigo quedándome con el primero: esa Ficción entre profesor penetrante y alumna aventurera. Miro Melancolía (2011) y al igual que en Anticristo (2009), me fascina un prólogo que podría proyectarse en cualquier museo. El capítulo de la boda tiene sus momentos, pero si ya habías visto Rompiendo la olas (1996) o Celebración (1998), puede que todo te sepa a desmotivante déjà vu. Si alguien me obliga y hay que elegir un fragmento de toda esta melancolía, elijo el de Charlotte Gainsbourg y la ansiedad hacia un planeta que se acerca. Jugando a buscar influencias pictóricas, L me señala la Ophelia de John Everett Millais como clara referencia a la imágen más conocida del film. Aunque la imagen más potente para un servidor es la de Kirsten Dunst desprendiendo energía por los dedos minutos antes de la fin absolue du monde. La sombra de Dragon Ball es alargada en nuestra mente.

23 de noviembre de 2011

Teatralmente cinematográfico

El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (Peter Greenaway, 1989)

Ser cineasta en España

Albert Monteys desde El Jueves ya lo clavaba en 1999. A partir del 2000 ser cineasta en España es...es complicado.

Crear no es obligatorio

A no ser que te paguen por ello y adquieras un compromiso de entrega.  A no ser que sientas la necesidad imperiosa de plasmar aquella inquietud. A no ser que una vocecita te despierte de madrugada para susurrarte una idea. Robert de Niro le recuerda a Bridget Fonda aquello de que crear no es obligatorio.

Simulacro de vida

Sería cansino volver a hablar de Facebook, Twitter o la mano pegada a la BlackBerry desde que amanece. Al final será verdad lo de que desde que amanece apetece. Que cada uno (mal)gaste su vida como (pueda) quiera. El tristón de Roberto Carlos hubiera escrito una bonita canción de todo ello. Aunque ya decía lo de: Yo no estoy contra el progreso si existiera un buen consenso, Errores no corrigen otros, eso es lo que pienso. Mientras tanto recordamos a Tote King.

18 de noviembre de 2011

Catorce chicas en un pajar

Rebobino media vida e intento recordar cuando topé con la canción. Visualicemos una tarde de invierno. Hubo una biblioteca. Hubo un compact disc. Hubo un flechazo en apenas dos minutos. Hubo una inquietud. Le siguió una idea. Hubo una gripe. Hubo un plan. Hubo una charla. Hubo un traje, un detergente y un gato mojado. Hubo un rodaje durante un sábado. Hubo un primer cortometraje. Un primer lanzamiento de ida, sin retorno y sin paracaidas. Un viaje permanente, de continuo aprendizaje a base de hostias personales y profesionales. Vuelvo. Y creo que todavía hoy hay pocas cosas con más ritmo que el Night Rider de Elvis. Aparece cada dos por tres y cuando no lo hace lo resucito tarareándolo. Inexplicablemente todavía no había visto el número musical incluido en la cinta Tickle Me (1965). No sé si lo mejor es el baile espalda-espalda o el tipo que simula tocar la guitarra. Adictivo.Tatuado en la memoria.

12 de noviembre de 2011

Son malas pero son divertidas

Busquen y compren en su librería: Malas pero divertidas (Ed.Raima), cien películas inconfesables reseñadas con humor y odio por Naxo Fiol + Aratz Juanes + Víctor Olid. Un servidor ha tenido el placer de la colaborar en el grafismo de algunas carátulas, pero autobombo aparte, lo primordial es el buen rato que pasarán leyendo un divertidísimo libro único en su género por estos lares. Desde conocidas frikadas que inundaron nuestro videoclub hasta absurdas bizarradas de exóticos países. Mi mandíbula desencajada sigue recordando los textos para Intrépidos punks (1980), Kárate contra mafia (1980) o El violador Infernal (1988). Sin olvidar la inclusión de Hot Milk (2005) o el delirante rumor que relaciona una cinta de El Fary y un taquillero cineasta catalán. Esto tiene pinta de lanzar varias ediciones.

+ info sobre Malas pero divertidas en Aquí vale todo y Ediciones Raima
Presentación del libro el sábado 19 de noviembre 2011 a las 17:00 h. 
XXIII Maratón de Cine Fantástico y de terror de Sants 
Centre Cívic de les Cotxeres de Sants (C/Sants, 79) Barcelona.

7 de noviembre de 2011

Melancolía de hostias

Debe ser la conjunción de los planetas. Quizá el frío que neutraliza toda pretensión. O quizá la cercanía de fechas señaladas que me trasladan a la infancia. Sea como sea, hay una extraña fuerza cósmica que siempre me empuja a consumir en estos días las cintas de la pareja que mejor ha dado mamporros en la pantalla. Y parece no ser casual que, paralelamente haya caído de nuevo en las garras de Frédéric Beigbeder y su Novela Francesa, en la que el autor intenta recordar una infancia que pretende borrada. Beigbeder necesita 36 horas en el calabozo para repasar recuerdos infantiles. A mí me basta visionar Y si no, nos enfadamos (1974) para que mi cabeza reviva sensaciones que permanecían enterradas en algún punto inexacto de mi cerebro. Y ya saben que ante un dilema importante juéguenselo todo a salchichas y cerveza.

4 de noviembre de 2011

El placer de la fobia

Kids me había parecido un horror y Ken Park me pareció peor todavía; la escena en que esa basurita pega a sus abuelos me pareció especialmente insoportable; aquel director me asqueaba por completo, y fue sin duda ese asco sincero lo que hizo que fuera incapaz de callarme, porque estaba seguro de que a Esther le gustaba por costumbre, por conformismo, porque era enrollado aprobar la representación de la violencia en las artes; en resumen, que le gustaba sin verdadero criterio, como le gustaba por ejemplo, Michael Haneke, sin darse cuenta siquiera de que el sentido de las películas de Haneke, doloroso y moral, estaba en las antípodas del sentido de las películas de Larry Clark.

Larry Clark y su despreciable cómplice, Harmony Korine, no eran más que dos de los especímenes más lamentables-y artísticamente más miserables- de esa chusma nietzscheana que proliferaba en el mundo de la cultura desde hacía demasiado tiempo, y en ningún caso se los podía poner al mismo nivel que gente como Michael Haneke”.

Michel Houllebecq - La Posibilidad de una isla (Ed. Alfaguara)

2 de noviembre de 2011

Resumiendo la semana

“A mi familia la mataron unos agentes de la D.E.A. por un problema de drogas. Me marché con el mejor tipo del mundo, era un asesino a sueldo, el mejor de la ciudad. Ha muerto esta mañana y si usted no me ayuda yo moriré esta noche.” 

Natalie Portman en León, el profesional (Luc Besson, 1994).

Conclusiones cinematográficas

Aquella reunión de productores evaluó el diagnóstico: No se han realizado suficientes secuelas de Herbie.

La mirada transgresora

Próximamente en sus librerías: Ven y Mira: El cine fantástico y de terror en la zona prohibida. Coordinado por Rubén Lardín). Con textos de Daniel Ausente, Jorge de Cascante, Jordi Costa, Jesús Palacios, Nelson de la Rosa, Frank G. Rubio, Joan Ripollès y Rubén Lardín.

Cosas que no dicen las revistas

No sólo era un coche fantástico. También era un amante prodigioso. Nadie sabe poner la quinta marcha como Kitt.