Tras Vestida para matar (1980) Michael Caine interpreta a un desdichado dibujante de cómics. Y la desgracia se ceba en él. Un brutal accidente le arranca la mano y un joven artista le sustituye en su obra. Su mujer le es infiel y le invita a vivir separados una temporada. Para compensar tanto drama una alumna de artes plásticas le practicará otro tipo de artes algo más prácticas. Algo de equilibrio cósmico para no acabar tirándose al tren. Antes de empezar a polemizar en cada obra, Oliver Stone rueda su opera prima con una absurda mano asediando al personal. Lo mejor: los poderosos planos cortos del Sr.Caine y el cameo de Stone como irritante mendigo. Vean y toquen La Mano (Oliver Stone,1981)