“En la película de Steven Spielberg “ET”, ¿por qué el extraterrestre es marrón?. Por ninguna razón. En “Love Story”, ¿por qué los dos protagonistas se enamoran perdidamente?. Ninguna razón. En "JFK” de Oliver Stone, ¿por qué el presidente es asesinado de repente por un desconocido?. Ninguna razón. En la excelente “Matanza de Texas” de Tobe Hooper, ¿por qué no vemos nunca vemos a los personajes ir al baño, ni lavarse las manos como hace la gente en la vida real?. Por ninguna razón en absoluto. Peor, en “El Pianista” de Polanski, ¿cómo es que ese tío tiene que esconderse y vivir como un vagabundo cuando toca tan bien el piano?. Una vez más la respuesta es “ninguna razón”.
Podría seguir durante horas con más ejemplos. La lista no tiene fin. Probablemente nunca lo habían pensado pero todas las grandes películas, sin excepción, contienen un importante elemento de “ninguna razón”. ¿Y saben por qué?. Porque la vida misma está llena de “ninguna razón”.
Rubber (Quentin Dupieux, 2010).