Confesión 1: A los 11 años empecé a ser fan de Arnold. Incluso llegué a ver Hércules en Nueva York (1970) aunque lo estoy intentando olvidar. Confesión 2: Conan, el destructor (1984) es mala de cojones pero era más fácil de digerir que la original. Ver a Conan arrancándole el cuerno a Dagoth fue todo un anticipo de la asquerosa adolescencia. Confesión 3: Veía a escondidas Conan, el bárbaro (1982), demasiado buena (y oscura) para un crío. Momentos: El encuentro con la bruja y la cabeza de Nadiuska. Confesión 4: Una tarde vi Terminador (1984) agarrado a una metralleta de plástico. Momento: Linda Hamilton a 24 fps. Buscando proporciones, Terminador 2 (1991) es lo mejor que ha rodado James Cameron. Confesión 5: Red Sonja (1985) era demasiado mala…hasta para mí. Tenía un póster de Comando (1985) en mi pared, una de las macarradas más infectas de Arnie. Antes de los Wachowski , Matrix era el apellido de un padre que arrasa con todo para recuperar a su hija (Alyssa Milano). Confesión 6: Ejecutor (1986) contenía un tiroteo final vergonzoso pero tenía su momento: La pelea matrimonial con el pastel. Confesión 7: He visto tantas y tantas veces Depredador (1987) que la palabra obsesión deja de tener sentido. Hay demasiadas anécdotas para estas pocas líneas. Casualmente, Perseguido (1987) tiene un reciente post destacado. Confesión 8: No recuerdo el motivo, pero llegué a ver Los gemelos golpean dos veces (1988) cada tarde durante una semana. No estaba enfermo y creo que después tampoco lo estuve. Buenos tiempos para Ivan Reitman de nuevo con Poli de Guardería (1991), un (absurdo) clásico de nuestra navidad. Confesión 9: Me sigue gustando Desafío Total (1990) y cualquier cosa que filme Verhoeven. Adoro El último gran Héroe (1993), demencial guión de Shane Black que no enrolló demasiado a los fans. Momento: El Séptimo Sello y los piques con Stallone. Confesión 10: Arnold debería haberse retirado con Mentiras Arriesgadas (1994), aunque sus paridas con Un padre en apuros (1996) tienen su gracia, si las buscas. No he visto ninguna de sus últimas películas. Ya estoy desenganchado. He sido un yonki de Schwarzenegger y he vivido para contarlo.