Cadena Perpetua (1994) me volvió loco desde el primer momento. Y creo que les pasó a muchos. El IMDB es un buen termómetro y (aunque pueda parecer exagerado para algunos) el film sigue el primero entre las 250 mejores de todos los tiempos. Desde hace años intento dejarla descansar un tiempo para no agotar su arrolladora narración, pero la novela corta de Stephen King contiene un fragmento que me entusiasma:
“¿Cuántas noches pasaría despierto tendido en la litera bajo el cartel, pensando en aquella alcantarilla, sabiendo que era su única posibilidad?. He aquí una ironía aún más divertida que la de la libertad vigilada: Andy se mete en el conducto del albañal, repta a lo largo de sus quinientos metros de asfixiante y hedionda oscuridad y se topa al final con una gigantesca alambrada que la sella. Ja, ja muy divertido, sí.”
“¿Cuántas noches pasaría despierto tendido en la litera bajo el cartel, pensando en aquella alcantarilla, sabiendo que era su única posibilidad?. He aquí una ironía aún más divertida que la de la libertad vigilada: Andy se mete en el conducto del albañal, repta a lo largo de sus quinientos metros de asfixiante y hedionda oscuridad y se topa al final con una gigantesca alambrada que la sella. Ja, ja muy divertido, sí.”