El apasionado Peter Biskind lo cuenta en su apasionante libro Sexo, mentiras y Hollywood (2006):
“En la escuela de cine, Todd Solondz hizo un cortometraje gracias al cual firmó con Fox un contrato por tres películas. Fox quería que dirigiese La revolución de los novatos III (1992). No hace falta decir que Solondz se negó, tras lo cual regresó a Nueva York, donde hizo una película cuyo título parece resumir su visión del mundo: Miedo, ansiedad y depresión (1989). Solondz detestó tanto esta película que decidió dejar de hacer cine. No volvió hasta 1995 con Bienvenidos a la casa de muñecas. La poco atractiva apariencia y la torpeza de Solondz en los deportes hicieron de él un clásico pringado, y él supo transformar el dolor de su adolescencia en una visión cáustica y a menudo implacable de la clase media americana de finales del siglo XX. Bienvenidos a la casa de muñecas obtuvo el Premio del Gran Jurado en el Festival de Sundance. En un principio, Solondz había querido titularla Faggot and Retards (Maricas y retrasados), un título que captaba a la perfección el ambiente de la película. Y ése fue, por supuesto el problema. Harvey Weinstein quería volver a filmar el final, para suavizarlo. Solondz se negó y todo quedó ahí.”
“En la escuela de cine, Todd Solondz hizo un cortometraje gracias al cual firmó con Fox un contrato por tres películas. Fox quería que dirigiese La revolución de los novatos III (1992). No hace falta decir que Solondz se negó, tras lo cual regresó a Nueva York, donde hizo una película cuyo título parece resumir su visión del mundo: Miedo, ansiedad y depresión (1989). Solondz detestó tanto esta película que decidió dejar de hacer cine. No volvió hasta 1995 con Bienvenidos a la casa de muñecas. La poco atractiva apariencia y la torpeza de Solondz en los deportes hicieron de él un clásico pringado, y él supo transformar el dolor de su adolescencia en una visión cáustica y a menudo implacable de la clase media americana de finales del siglo XX. Bienvenidos a la casa de muñecas obtuvo el Premio del Gran Jurado en el Festival de Sundance. En un principio, Solondz había querido titularla Faggot and Retards (Maricas y retrasados), un título que captaba a la perfección el ambiente de la película. Y ése fue, por supuesto el problema. Harvey Weinstein quería volver a filmar el final, para suavizarlo. Solondz se negó y todo quedó ahí.”
*Bonustrack de Rumore-Rumore: Life During Wartime (2009)