El cine de autor puede ser muy bueno o muy malo. Como cualquier cine comercial o experimental. Depende de gustos y de actitud. Pero siempre es una lástima que una película de autor quede impregnada por cierto prejuicio pedante gracias a cierto público pedante. La película es la misma antes de ser nombrada por ese tipo, y seguirá siendo la misma después de la muerte de ese tipo. Así que era obligado recuperar un gag del siempre salvaje Pedro Vera.