
Un trabajo en Italia (1969): “Necesitábamos al menos 16 Mini para los choques y acrobacias, así que nos dirigimos a los fabricantes británicos pidiéndoles su ayuda, a cambio de la cual conseguirían una importante publicidad. Su respuesta fue que no nos necesitaban para vender sus coches y que sólo nos podían dejar uno. Aquella película fue-y sigue siendo-la publicidad más importante que se ha hecho de los Mini, pero los imbéciles empresarios ingleses no supieron verlo”. (…). El film resultó ser una buena película de acción, con buena parte del éxito atribuible a Rémy Julienne y su equipo de especialistas. También fue un buen comienzo para nuestro director Peter Collison, quién desgraciadamente murió de cáncer aun muy joven.”