29 de mayo de 2008

Indiana Jones (La cuatrilogía en pocas palabras)

-En busca del arca perdida (1981). Lo mejor: Absolutamente todo. El inicio es magnífico. La persecución de los camiones sigue siendo acojonante y el final apoteósico. Actores y personajes excelentes en el mejor guión de la saga firmado por Lawrence Kasdan. 

-Indiana Jones y el Templo Maldito (1984). Lo mejor: La escena inicial con el diamante perdido, y todo el tramo final desde la persecución de vagonetas hasta el segmento del puente. Mucho más oscura que la anterior, esta secuela tiene un ritmo frenético desde inicio a fin. A pesar de no contener un guión tan potente sigue siendo mi favorita. 

-Indiana Jones y la última cruzada (1989). Lo mejor: Una vez más, la escena inicial con un River Phoenix como joven Indiana. La relación de padre e hijo tiene grandes momentos, culminados en el fantástico clímax con la elección del santo grial. 

-Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008). Lo mejor: Por cuarta vez, los primeros 20 minutos son realmente fantásticos. Pero no me aventuro a escribir más porqué no tengo la misma perspectiva que con los anteriores films. 

La trilogía inicial la hemos visto decenas de veces en vídeo o televisión y forman parte de un conjunto que tenemos siempre unido en la memoria. Los chavales que vean las cuatro películas hoy en día tendrán una visión envidiable de este personaje y este nuevo capítulo les resultará completamente coherente. En nuestro caso, al igual que con lo últimos films de Star Wars, y debido al largo tiempo transcurrido desde la ultima, uno está esperando referencias a los anteriores capítulos, ya sea en forma de personajes o situaciones. Lo cual no deja de ser un ejercicio de nostálgico puzzle. A pesar de una persecución eterna en la jungla y un horrible momento Tarzán, esta cuarta entrega funciona muy bien como film autónomo, pero no deja de ser un revival de viejas sensaciones sin ofrecer realmente algo nuevo. Aunque podemos ser igualmente felices sin demasiadas novedades, es obligado sentarse a comprobar como Indiana Jones sigue escapando de los villanos, o de una bomba atómica.