29 de enero de 2007

Chico conoce chica

Hay muchos cineastas que ruedan su primera película en blanco y negro. Hoy en día ya no se trata de la vieja excusa de falta de presupuesto. Sencillamente el blanco y negro le da más autenticidad a una historia y enseguida prestas atención a todo lo que ocurre. Podemos hablar de David Lynch y su “Cabeza Borradora”, Darren Aronofsky y su “Pi”, o incluso el gamberro Kevin Smith y su dialogada “Clerks”. Otra gran opera prima es la que tratamos ahora: “Chico conoce chica” del extraño entre extraños: Leos Carax. El chico protagonista es Alex, un ser atormentado que fotocopia las cartas de amor de su ex-novia. Como en su siguiente film (Los amantes del Pont Neuff), Leos Carax inicia su opera prima con un seguido de escenas impactantes que no adquieren sentido hasta la parte final del film. Hay planos geniales como el que ilustra este texto y juegos de luz que merecen que uno se quite el sombrero cada cinco minutos. La historia puede perderse por momentos en su parte central porqué es tal el despiste de situaciones e imágenes que uno no sabe nunca que esta ocurriendo. Uno de los mejores momentos del film se hacen visibles cuando el chico y la chica del título se conocen en una cocina. El chico le suelta un monólogo en los que le cuenta que es cineasta. La chica le pregunta si es cineasta de video o de cine, y el chico le responde: -De momento solo tengo los títulos de las películas que quiero hacer-. Como bien indica una reseña del film: Estamos ante una obra de un enamorado del cine. Durante la visión de su segundo film “Los amante del Pont Neuf” estuve literalmente con la boca abierta en varias ocasiones en los que Leos Carax muestra su extraño estilo, sus extraños personajes pero sobretodo su enorme talento. En esta inicial “Chico conoce chica” encontramos a un joven de 24 años rodando un film apasionante, lleno de mágicos momentos y sobretodo, con un triste e impactante desenlace. A la espera de poder ver “Pola X”, su tercero y ultimo film hasta la fecha, podemos colocar a Leos Carax entre aquellos seres extraños que realizan películas fascinantes. Con permiso de Gaspar Noé.