Agosto 2005. El director alemán Tom Tykwer viene a Barcelona para rodar algunas escenas de “El perfume: Historia de un asesino”. Somos cientos de figurantes dando vueltas en un mercado putrefacto que han construido los chicos de Tykwer. Es espectacular lo que han hecho estos alemanes. Somos tres los aguadores de la escena y nuestra acción consiste en pasearnos por el mercado ofreciendo nuestros cubos de agua. Son de atrezzo pero pesan lo suyo además de lo incomodo que resulta andar con todo esto puesto. Los asistentes españoles se cagan en varios de los figurantes bien porqué han mirado a cámara o bien porqué han reído en frente de las steadycams. Repetimos la escena un millón de veces y, tras una pausa para el catering, volvemos a repetir las acciones que hace horas hemos aburrido. Los figurantes están tirados por el suelo y el cansancio y el hastío se reflejan en sus caras. Alguien pide voluntarios para el momento en que ejecutan a la madre del protagonista en la horca. Me ofrezco voluntario y junto con diez personas nos dirigimos al lugar. En aquella época las ejecuciones eran un pasatiempo para los ciudadanos así que Tykwer nos señala la horca y nos dice: -Entertainment! (entretenimiento!). Observamos la ejecución unas cuantas veces y charlamos entre nosotros tal y como nos han dicho y el día de rodaje acaba. Me quito mi disfraz y llego a tiempo para acosar a Tykwer. Me firma las carátulas de sus anteriores films (Winter Sleepers, Corre Lola,Corre y La Princesa y el Guerrero) y como soy masoquista me cito de nuevo para el siguiente día para rodar el último plano del film en el que interviene una enorme grúa. Ha sido duro y cansado pero también una gran experiencia. En medio de todo esto consigo grabar algunos videos con mi minúscula cámara de fotos. Las imágenes del rodaje están aquí.