25 de marzo de 2014

La chica no iba en el coche

Cuenta Brian De Palma: -David Mamet es un individuo muy arrogante. Está convencido de que todo lo que escribe es genial-. De Palma lo dice por su mala relación con Mamet en Los Intocables (1987) y añade: -David Mamet estaba haciendo su primera película y se creía que lo sabía todo-. Esa primera película era Casa de Juegos (1987), estupenda cinta que siempre he colocado en el tríptico Estafa como Puedas junto a Nueve reinas (2000) y El Golpe (1973). Y aunque esa evidente arrogancia fluye en cualquier entrevista, a Mamet siempre le tendré que guardar cariño por The Spanish Prisoner (1997) y sobretodo y por encima de todo, por State and Main (2000), encantadora sátira que completaría el tríptico Cine sobre Cine junto a La noche americana (1973) y Atención a esa prostituta tan querida (1971). En un instante nocturno el personaje de Philip Seymour Hoffman se cruza con unos habitantes del pueblo y les copia la mejor frase de toda la cinta: En la vida no hay segundas oportunidades. Sólo tenemos la segunda oportunidad de cometer el mismo error.