20 de enero de 2014

La deuxième vie

Los chicos de la Nouvelle Vague están de acuerdo: no puede ser que dejes de escuchar algunas estupendas canciones por los recuerdos comprometidos que te traen. Igual que te resistes al ciberacoso de Google para que asocies cuentas que no quieres asociar, hay que desvincular aquella canción de aquel angustioso recuerdo y conseguir que avancen por carreteras separadas o como mínimo paralelas. Dale pues una segunda vida a todas aquellas canciones que te ruborizan porque un continuado reset te deja el disco duro jodido. El Polanski de las patillas lo piensa un segundo y también está de acuerdo en eso.