Si te abducen de tu cómodo sofá, te trasladan a un inmenso desierto, te obligan a caminar sin esperanza ni motivación durante más de una hora, es muy probable que un minúsculo riachuelo se presente como el mayor hallazgo de tu vida. Ocurre que tras un largo y tedioso paseo en furgoneta, aquel encuentro físico y psíquico con Daisy en aquella habitación de hotel terminará compensando todo lo sufrido y uno se sentirá inexplicablemente conmovido e incluso fascinado. Cosas irrepetibles que ocurren en tardes de invierno en las que eliges exponerte a
The Brown Bunny (Vincent Gallo, 2003).