El intento de Marco Ferreri se agradece, pero Ben Gazzara como Chinaski no colaba. Barbet Schroeder parecía que iba a dar en la diana, contando con el propio Bukowski en el guión, pero pese que hay que valorar el clima conseguido, ese Barfly (1987) tampoco acababa de cuajar. En 2005 Bent Hammer nos alegra el día anunciando la adaptación de Factotum, seguramente la mejor novela del escritor junto a Cartero. También se agradece el esfuerzo de Matt Dillon, aunque demasiado apuesto para el papel, pero noto como algo de condescendencia inunda las teclas al recordar esa adaptación. Lo dejo en un bien con una bonita y deformada B como escribía la profesora del colegio. Uno ya había perdido la esperanza de encontrar a Bukowski en pantalla cuando, como ocurre en las mejores ocasiones, aparece por azar la película más Bukowskiana que haya visto hasta el momento. Las dos horas de Contra la pared (2004) evoca al mejor Hank Chinaski en cada escena y en ocasiones da la impresión que Faith Akin se ha empapado del escritor para dar vida a un destrozado Cahit y a una desfasada Sibel. Atención a los cinco momentos del film: 1) El accidente inicial de Cahit, literalmente contra la pared. 2) Sibel y Cahit en el bar y el uso de una botella de vino. 3) La posterior conversación en un autobús nocturno. 4) Cahil enamorado y su celebración entre cristales. Y 5) El brutal encuentro de Sibel con tres maleantes. Sabía que tarde o temprano me toparía con la obra de Faith Akin pero nunca lo hubiera imaginado de esta forma. Tan contra la pared. Puro Bukowski sin adaptar a Bukowski.