“Un tipo trabaja 8 horas al día, 7 días a la semana. Se le hinchan las pelotas y empieza a dudar de la naturaleza de su existencia. Un día, a punto de salir su jefe le llama y le dice: “Bob, ven aquí y lámeme el culo”. Y él dice: “Al carajo. Me da igual lo que pase. Quiero ver la cara que pone cuando le clave las tijeras en el brazo”. Entonces piensa en mí. Dice: “Un momento. Tengo dos piernas y dos brazos. Y al menos no pido limosna”. Seguro que Bob deja las tijeras y saca la lengua. Yo soy una especie de semáforo moral. Es como si dijera: “Luz roja, no sigas”.
Tom Waits en El Rey Pescador (Terry Gilliam, 1991).