“Cuando pienso en el striptease siempre me acuerdo de la película Casi Famosos (2000). Por si no la has visto (y deberías hacerlo), es la historia de un periodista adolescente llamado William Miller que en 1972 se embarca en un viaje por Norteamérica con una banda de rock. Sea como sea, William se ve arrastrado hacia una camarilla de gente guay, desde los miembros de la banda, dueño de un ego inmenso, hasta las groupies menores de edad con nombres como Polexia, Estrella o Penny Lane. A pesar de que William está al tanto ya de muchas cosas alucinantes que le han ido ocurriendo por el camino, sigue siendo el mismo chico dulce (para gran disgusto suyo). Quiere desesperadamente ser enigmático, ser como Brian Jones o Jimmy Page en vez del chico del cuaderno. Mientras me desnudaba, siempre me sentí como un William Miller del departamento de gangas. Definitivamente carente de atractivo, rodeada de hermanas pervertidas que se inventaban nombres fantásticos, deseando tener la misma seguridad en mí misma que ella y ser tan misteriosa como ellas. Al igual que William, había momentos en que me sentía como en casa, como si hubiera nacido para contemplar a aquellas rarezas resplandecientes, y tenía la esperanza de que ellas pudieran arrojar un poco de luz en mi camino. Pero nunca dejé de sentirme como la chica de los tres pies izquierdos, un icono del milenio: la torpe”.
Diablo Cody. Diario de una stripper. Ed.Espasa
Diablo Cody. Diario de una stripper. Ed.Espasa