Me aterran los cinéfilos expertos. Para algunos de ellos el cine terminó en los años 50 y todo lo que ha venido después es basura. No paran de nombrar a Bresson, a Buñuel, a Dreyer, a Renoir o a Bergman y eso hace que inicialmente mires con pereza, aburrimiento y malos ojos a esos cineastas. Pero las películas no tienen la culpa de ser nombradas por dinosaurios o modernillos con prejuicios. Miedo me daba acercarme a Robert Bresson tras años escuchando y leyendo a dichos expertos. He tardado siglos en ver Pickpocket (1959) pero la limpieza de prejuicios ha valido la pena. El film de Bresson es fascinante en todos los aspectos y, puesto que ya se han escrito todos los análisis posibles, me limitaré a destacar los habituales 5 mejores puntos. 1) El tono que Bresson imprime en todo el film. 2) A pesar de que lo acusan de ser más estático que una farola, la presencia del actor Martin LaSalle y su voz en off es fascinante. 3) La espectacular ola de robos en la estación de tren (Guau!). 4) La relación de LaSalle con Marika Green, tía de la actriz Eva Green (Soñadores). 5) Dura 75 minutos y te anima a seguir la trayectoria de Bresson.