Era un chiste entre amigos pero ya no es un chiste entre amigos. Pretty Woman (1990) es esa película comodín que siempre arrasa en televisión. No importa las 12 veces que se haya emitido. Los otros canales emiten su realities y sus series, pero un programador de TVE perezoso decide usar el as en la manga y se carga las audiencias. Desde luego Pretty Woman no muestra la prostitución como Leaving las Vegas (1995) y, como ya se ha dicho un millón de veces, es algo así como una cenicienta moderna. Es puta pero no esa clase de puta. Es Julia Roberts y cuando consiga dinero se vengará de esa tienda de ropa que la ha humillado. Todos somos esa puta que desea cambiar de vida. Que desea la llegada de la salvación. Y si viene del millonario Richard Gere mucho mejor. Hay que seguir emitiendo Pretty Woman. El público vuelve a ver cine en televisión y todos nos vamos a dormir más felices. Con algo de esperanza. Quizá mañana seré yo el que deje de ser esa puta. Recomendamos a los programadores que en caso de fallar la cenicienta-puta utilicen el plan B y tiren de Ghost (1990). No me digan que no detienen su zapping ante Patrick Swayze intentando chutar una lata.
*Advertencia: Este texto se autopublicará cada vez que se emita dicho film el televisión. Y van...
*Advertencia: Este texto se autopublicará cada vez que se emita dicho film el televisión. Y van...