Quizá me quede con lo superficial y no haya entendido el drama del film, pero lo mejor de “The Host” son todas las apariciones del monstruo. La primera aparición es prodigiosa: El protagonista observa a una multitud expectante ante la orilla del mar. Hay algo que cuelga de un puente. Todos hacen comentarios y esa cosa se deja caer al mar. El protagonista le lanza una lata de refresco y la multitud le empieza a lanzar comida. La sombra de la cosa se diluye en el mar hasta que el director Bong Joon-ho hace sonar unos tambores. Todo ocurre muy rápido. Aparece la criatura y todos echan a correr. Una chica escucha música con sus auriculares y se produce la secuencia más famosa del film. Espectacular. Tras mucho drama y la desaparición de una niña llega otra de los mejores instantes. La niña y el niño atrapados en la alcantarilla planean su fuga. La criatura duerme frente a ellos y necesitan el volumen de esta para llegar hasta la salida. Decido no seguir contando nada más y os invito a visionar “The Host” de Bong Joon-ho.