A partir de un guión de Albert Espinosa, Joaquín Oristrell dirigió en 2006 la película “Va a ser que nadie es perfecto”. En la secuencia de la playa nocturna encontramos un característico mural del artista urbano “Lolo”. A uno de sus muñecos le falta una pierna: referencia del destino para uno de los personajes del film. Le acompaña en el muro la obra del creador Sosaku.