Cientos de personas esperan en la puerta de la Universidad. Medios de comunicación por todas partes. Cámaras, radios y muchas acreditaciones. Un reportero de “Caiga quien Caiga” realiza su presentación. Todos esperamos a Woody. Pero la cosa no puede ser tan sencilla. Esperamos que llegue por la entrada principal y se ha creado un pasillo por el que se supone que entrará. Error. Se escuchan gritos. Todo el mundo corre. Los cámaras se dan de hostias para poder llegar a destino. Gritos de Woody por todas partes. Finalmente ha entrado por otra parte y en apenas unos segundos se lo han llevado al acto. Woody Allen recibe su primera distinción universitaria 'honoris causa' y suelta algunas palabras: "En la universidad, lo único trabajo que teníamos que hacer era ir al cine a ver películas, y vi muchas películas, pero al final suspendí la asignatura de cine. Pero también estudié dos años de castellano y no hablo ni una palabra".
La salida de Woody Allen conlleva la misma situación de entrada. Gritos y cámaras que se empujan para obtener una foto del cineasta y su mujer Soon-Yi en el coche. Afortunadamente, uno de los mejores cineastas de todos los tiempos pasara unas semanas en Barcelona. Tendremos más oportunidades.