Hace millones de años vi una escena muy turbadora. Un niño trabaja en un circo con sus padres. La madre es trapecista y el padre es lanzador de cuchillos. Aparece una mujer tatuada y tontea con el padre. La madre los pilla in fraganti y tira ácido en los genitales del marido. Caos, gritos. El marido acorrala a su mujer y le corta los brazos. Sale al exterior y se rebana el cuello con su propio cuchillo. Todo esto ocurre en pocos minutos. En esa época no pude verla entera, pero recordé su título. Se llamaba Santa Sangre (1989) y estaba dirigida por Alejandro Jodorowsky. Ahora ha sido editada en dvd (Vella Vision) y tras su visionado uno se queda con la boca abierta. No hay palabras. Estamos hablando de una película muy impactante tanto en imágenes como en contenido. Hay mucha sangre, mucho dolor y muchos traumas. La historia tiene puntos en común con Lágrimas de Oro, un relato corto de Jodorowsky que narra los brutales acontecimientos de un niño que llora...lágrimas de oro. En esta película también se cuenta el trauma de un niño llamado Fénix, interpretado por los hijos del propio director. Axel Jodorowsky en el presente y Adan Jodorowsky en la infancia. Desvelar los secretos de la trama y explicar otras escenas seria profanar una obra que hay que ver con valor y entusiasmo. Solo destacar el giro final de la trama. Un truco utilizado hasta la saciedad por los thrillers de los 90’ y que aquí se presenta de forma natural y coherente con el argumento. Un cine valiente y creativo, que posiblemente no se podría hacer hoy en día. Si esta Sangre cae en sus manos no se deje levar por los prejuicios y contemplen esta obra de arte de Alejandro Jodorowsky.