Libretas pequeñas e ideas grandes. Texto: Albert EspinosaArtículo 169. Hoy me gustaría hablaros del director y guionista John Hughes, el que fuera creador de películas tan emblemáticas como Todo en un día, El Club de los cinco o Solo en casa. Nos dejó hace casi un año. Murió de un ataque al corazón mientras paseaba por Nueva York. Pero lo curioso es que hace poco, sus familiares nos han mostrado las 169 libretas de su vida. Las libretas donde apuntaba sus ideas, sus deseos y hasta las cartas que quería que sus nietos leyeran cuando fueran mayores. En esos escritos pasionales, siempre a mano, en libretas pequeñas, algunas hasta sumergibles para poder escribir en la piscina, descubrimos de dónde proviene su fascinante mundo.Pero quizá la mejor sea la última, la que tenía el día de su muerte, una libreta de color rojo donde había apuntado... Bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de la semana.
Y, volviendo a la última libreta de John Hughes. Sus familiares han descubierto que justo cuatro minutos antes de sufrir el ataque al corazón, John apuntó una idea para una próxima película y hasta hizo una fotografía de la imagen que le evocaba esa idea. Gracias a ello, han podido saber que no sufrió y que hasta el último instante hizo lo que más le gustaba en la vida: «Buscar ideas...». Cuando ves la hermosa fotografía, es tan deliciosa que la sonrisa te inunda. ¡Buen domingo y larga vida a las ideas escritas en libretas pequeñas con letra ininteligible!.


Porque no es plan tener que esperar su muerte para empezar a revindicarlo. Un señor que empieza La Profecía (1976) con un Gregory Peck en Off soltando “el niño ha muerto” merece que le consideren uno de los mejores narradores de esa época. Un señor que dirigió el primer Superman (1978) y parte de la secuela (1980) merece el agradecimiento de toda una generación. Un señor que unió a Rutger Hauer y a Michelle Pfeiffer en la encantadora Lady Halcon (1985) merece todo nuestro cariño. Un señor que regaló Los Goonies (1985) a millones de chavales merece tantos aplausos como botes de nocilla se consumieron ante su peli. Un señor que consagró la buddy movie y nos hizo vibrar sin efectos digitales merece toda la farlopa que se extraviaba en Arma Letal (1987) y secuelas. Un señor que adaptó a William Goldman en Maverick (1994) y salió bien parado merece todo nuestro respeto. Y un señor que (prácticamente) se ha despedido de la profesión con la magnifica y maltratada .jpg)
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