“Me volví a encontrar con Rainer en los Oscar de 1980, en Los Ángeles. Me sorprendió verlo con esmoquin y pajarita. Nunca le había visto así, no le quedaba muy bien. Se había enterado de mis problemas con Coppola por mi película. Estábamos mirando desde lo alto el bullicio de Hollywood. Me pasó el brazo por los hombros y me dijo: -“Wim, sé que tienes problemas. Si quieres que le meta una paliza a Coppola, dime dónde está”. Y lo habría hecho. Hice todo lo que pude para que estuviera lejos de Coppola. Creo que le habría pegado un puñetazo. Estaba de humor para eso. Ni esos convencionalismos, ni los Oscars iban con él. Creo que buscaba un conflicto para mostrarle al mundo lo que pensaba. En ese momento le habría servido una pelea con Coppola”.
Wim Wenders en Fassbinder en Hollywood (2002).
Foto: Fassbinder antes de hostiar a
Spielberg.