En 2006 se decapitan algunos ositos. No resulta difícil cuando en lugar de peluche te topas con ácido en las venas. Es tan duro sentir el cianuro oculto en un saludo-decía el maestro Nach. Una elipsis nos traslada a las paredes de otra ciudad. En 2011 siguen las decapitaciones. Pero las cabezas se regeneran y se impone la supervivencia.
+ info en Efímero 87 (2006).