
Que yo quería ser como
Christian Slater en esa película. Que la vi por primera vez un lejano sábado adolescente. Que quise robar su carátula en aquel videoclub que ya cerró. Que un amigo de esa época la tenía grabada en vídeo y nunca me hizo una copia. Que compraba cada semana la
Supertele esperando su nueva emisión. Que recortaba la ficha técnica de todas las revistas en que aparecía. Que la cosa va de un tímido chaval que por las noches se convierte en un trasgresor locutor pirata. Que alguien se suicida. Que la profesora enrollada es
Ellen Greene. Que al final
Samantha Mathis enseña los pechos. Que
Pump up the volume (1990) se tradució como
Rebelión en las ondas. Que nunca me pareció mal esa traducción. Que el programa pirata de Slater empezaba con el
Everybody Knows de
Leonard Cohen. Que si un día me lo permiten hago un programa de radio. Que si acaso ya me pasaría.