Estaba convencido que tras ver el remake de 2009 me saldría la vena condescendiente y soltaría que el film de Tony Scott no está del todo mal y que como mola lo que ha conseguido y bla, bla,bla. Pero no. Estoy tan horrorizado que necesitaré un fuerte golpe en la cabeza para olvidar a un villano-Travolta todavía peor que el de Operación Swordfish (2001).
Si el original de 1974 ya era prácticamente perfecto, viendo la nueva versión sólo me queda invocar el nombre de Joseph Sargent, tararear la música de David Shire y visualizar un reparto en el que hasta los pasajeros del vagón secuestrado tenían personalidad. Los que tengan intención de hacerse con este remake por favor cambien de idea y consigan el Pelham original. Eso sí, si quieren hacerse con un Scott tienen opciones mucho más consistentes. Palabra.
Si el original de 1974 ya era prácticamente perfecto, viendo la nueva versión sólo me queda invocar el nombre de Joseph Sargent, tararear la música de David Shire y visualizar un reparto en el que hasta los pasajeros del vagón secuestrado tenían personalidad. Los que tengan intención de hacerse con este remake por favor cambien de idea y consigan el Pelham original. Eso sí, si quieren hacerse con un Scott tienen opciones mucho más consistentes. Palabra.