Dan Posen colocaba la trompeta en los momentos precisos mientras el gran Manel Sans se encargaba de la lectura de cuatro relatos del volumen Se busca una mujer: Los autobiográficos Política y Clase, y los divertidos El diablo estaba caliente y Deje de mirarme las tetas, señor. Siempre es un placer recuperar al mejor Bukowski en este sencillo y brillante espectáculo.