Pero que sirve como tardío homenaje a Patrick Swayze (1952-2009), cuya muerte fílmica no recuerdo en Ghost (1990) sino mas bien en ese plano final de la estupenda Le llaman Bodhi (1991). Tampoco podía resistirme a una foto con Pat Morita y, la en ese momento desconocida, Hilary Swank. Aunque nunca llegué a esa nueva generación de Karate Kid. Lo que me hace pensar que, ante el remake con Jackie Chan, sólo el (imposible) cameo de Ralph Macchio justificaría su (improbable) visionado.