Eran escritores completamente diferentes, pero de espíritu parecido. Además, el primero no llegó a nuestros oídos hasta que el segundo lo reivindicó. Podéis leer Pregúntale al Polvo de John Fante (1909-1983), o podéis acercaros a la obra de Charles Bukowski (1920-1994). Es más, cómo creo que no hay nada peor que obligar a leer, si de momento no os apetecen las páginas de estos señores, os podéis montar una doble sesión con Pregúntale al viento (Robert Towne, 2006) y Factótum (Bent Hamer, 2005): dos fantásticos retratos que os acercarán a dos fantásticos escritores. Posdata: Desde que lo vi en Tigerland (2000) siempre me ha gustado Colin Farell. ¿Soy el único al que le encanta esa Última Llamada (2002) de Joel Schumacher?.