Tras ese fantástico cómic que era Espera, Jason se supera a sí mismo con “No me dejes nunca”, una sorprendente historia sobre dibujantes de cómics (con nombres de escritores) situada en el París de los años 20. La primera parte presenta a los personajes con ocurrentes diálogos que mezclan tebeos y literatura. La segunda parte es realmente magnifica. Jason se mete en la piel de Stanley Kubrick y narra un hecho desde varios puntos de vista, exactamente igual que ese acojonante film que es Atraco Perfecto (1956). Jason consigue con “No me dejes nunca” una verdadera maravilla.