Jonathan Glazer ha rodado spots acojonantes como Odissey (Levi’s) o Paint (Sony Bravia), así como videoclips para Massive Attack, Jamiroquai o Radiohead. Su primer largometraje fue Sexy Beast (2000) y cuenta como Ben Kingsley las hacer pasar putas a Ray Winstone para que acepte un trabajo. El film tiene escenas muy buenas como el robo bajo el agua, así como detalles muy propios del realizador.
En 2004 estrena "Birth", bajo el horroroso título “Reencarnación” y, tras alguna absurda polémica con la escena de la bañera, la película pasa sin pena ni gloria. El argumento puede ser discutible e incluso ridículo según como se mire, pero tiene 2 cosas sencillamente geniales. 1) La maravillosa música de Alexandre Desplat que fluye en todas las imágenes y 2) El estilo de Jonathan Glazer para rodar algunos instantes como la escena inicial con el marido haciendo footing y sobretodo: el sencillo plano secuencia que nos introduce en el pensamiento de Nicole Kidman. Una grúa nos muestra en plano general a Anna (Nicole Kidman) y a Joseph (Danny Huston) entrando en una sala de Ópera. Ocupan sus asientos y observan el espectáculo. La cámara se detiene en un plano corto de la actriz y se mantiene durante un tiempo increíble. Unas escenas antes, un niño llamado Sean le ha explicado algo improbable e imposible de creer, pero Anna empieza a dudar en este larguísimo plano estático.