La Filmoteca de Barcelona le ha dedicado una retrospectiva que ha culminado con una mesa redonda completada por el crítico de cine Jaume Figueras y el cineasta Joaquim Oristrell. Durante dos horas, Amenábar nos contó algunas anécdotas sobre su trayectoria. Broncas ante su incapacidad de dirigir a Anna Torrent en Tesis (1996), escenas cortadas de Los Otros (2001), o búsquedas de un buen diseño para el cartel de Mar Adentro (2004). Es sabido que suspendió realización mientras prefería dedicarse a rodar sus cortos en video. Y también es sabido su asco hacia este tipo de enseñanzas. En su caso nos contó que no se le permitía tocar ni una cámara ni una mesa de edición hasta que no finalizara su curso. Así que, en lugar de escuchar a profesores frustrados, aprendió los secretos del cine rodando y montando cortos como Himenóptero (1992) o Luna (1995). Después de una genial ópera prima, una ambiciosa Abre los Ojos (2001), una internacional Los Otros (2001) y una dramática Mar Adentro (2004), Amenábar se encuentra en la preproducción de su nuevo film, escrito de nuevo con Mateo Gil. Una filmoteca llena se desplegó en preguntas hacia un cineasta de aspecto soso pero con dardos de humor que hicieron las delicias en la sala. Gran admirador de Hitchcock, Kubrick, Spielberg lanzó mil elogios hacia este último y su apabullante planificación en Munich (2005). Dos horas de bonito coloquio con un cineasta que sabe como narrar una película con interés y pasión. Cualquier mal film de Amenábar destilará más talento que filmografías enteras de acartonados cineastas españoles que deberían haberse jubilado hace siglos. Amén.