Rescato un viejo texto a raíz de la muerte de Corey Haim (1971-2010).
A mi sobrino le gustan los coches de juguete. Tiene turismos, camiones y todo tipo de tractores. Nos gusta ponerlos en fila y hacer una cadena de mini transportes. El otro presté atención a una esas miniaturas y encontré un autobús escolar exactamente igual al que aparece en el inicio de Papá Cadillac (1988). El film es una de las piezas claves del cine de adolescentes de los 80' y si lo pienso un segundo posiblemente sea una de las obras que mejor me lo han hecho pasar nunca. Sus dos protagonistas son los “2 Coreys” más famosos del celuloide: Corey Feldman y Corey Haim. Los dos Coreys fueron ídolos de alocadas adolescentes y tras su época de esplendor cinematográfico y su posterior desintoxicación de drogas, han acabado en los telefilms de Telecinco del sábado por la tarde. El eslogan del film era este: “Conducía como un profesional, era la única manera de conseguir a la chica de sus sueños. Un solo problema…no tenia carné de conducir”. La primera escena nos muestra a Corey Haim encarcelado junto a sus compañeros de clase en un autobús escolar conducido por un sádico conductor. Tras conseguir romper el cristal del autobús, Corey Haim sube al coche de sus sueños (Ferrari 328) en la que hay sentada la chica de sus sueños (una jovencísima Heather Graham) y mantiene una divertida persecución con el conductor del autobús. Velocidad, deseos, y explosiones son el desenlace de esta primera escena. Lo que sigue es fantástico: amigos pajilleros, familias desequilibradas, profesores de autoescuela cabrones y hermanas envidiosas. Verdadero cine social cubierto por una eficaz capa de comedia. Un recuerdo desde aquí para todos los que disfrutamos, en el pasado y presente, de esta comedia automovilística.
A mi sobrino le gustan los coches de juguete. Tiene turismos, camiones y todo tipo de tractores. Nos gusta ponerlos en fila y hacer una cadena de mini transportes. El otro presté atención a una esas miniaturas y encontré un autobús escolar exactamente igual al que aparece en el inicio de Papá Cadillac (1988). El film es una de las piezas claves del cine de adolescentes de los 80' y si lo pienso un segundo posiblemente sea una de las obras que mejor me lo han hecho pasar nunca. Sus dos protagonistas son los “2 Coreys” más famosos del celuloide: Corey Feldman y Corey Haim. Los dos Coreys fueron ídolos de alocadas adolescentes y tras su época de esplendor cinematográfico y su posterior desintoxicación de drogas, han acabado en los telefilms de Telecinco del sábado por la tarde. El eslogan del film era este: “Conducía como un profesional, era la única manera de conseguir a la chica de sus sueños. Un solo problema…no tenia carné de conducir”. La primera escena nos muestra a Corey Haim encarcelado junto a sus compañeros de clase en un autobús escolar conducido por un sádico conductor. Tras conseguir romper el cristal del autobús, Corey Haim sube al coche de sus sueños (Ferrari 328) en la que hay sentada la chica de sus sueños (una jovencísima Heather Graham) y mantiene una divertida persecución con el conductor del autobús. Velocidad, deseos, y explosiones son el desenlace de esta primera escena. Lo que sigue es fantástico: amigos pajilleros, familias desequilibradas, profesores de autoescuela cabrones y hermanas envidiosas. Verdadero cine social cubierto por una eficaz capa de comedia. Un recuerdo desde aquí para todos los que disfrutamos, en el pasado y presente, de esta comedia automovilística.