En ocasiones ocurre que la canción de los créditos finales resulta ser una guinda importante de todo el pastel narrado. Un emotivo y relajante descanso parecido al cigarrillo de después en pleno periodo refractario. Me ocurre con Reservoir Dogs (1992) y el Coconut de Harry Nilsson, con el Closet Romantic de Damon Albarn en Trainspotting (1996) y recientemente con Rebecca Pidgeon, que además de ser la mujer-actriz de David Mamet, canta sobre el fondo negro de la entrañable tv movie basada en Phil Spector (2013).