Las dos cintas de mi infancia tenían Australia como escenario. Pero han tenido que pasar más de veinte años para darme cuenta de un detalle. Era sencillo escaneando los créditos. Pero nunca escaneé los créditos. Y nunca hubiera dicho que John Ley, el actor que da al torpe rufián con bigote de Los Bicivoladores (1983), había pasado delante de mis ojos uno años antes en el trepidante inicio de Mad Max (1979). El jinete nocturno y su fulana mueren en la explosión pero el policía Charlie pringa y se lesiona gravemente el cuello. Lo rapas al cero, le quitas el bigote y tienes a John Ley de nuevo. Fascinante descubrimiento que no hace que la tierra deje de girar pero que te deja más tranquilo en noches de insomnio. Y recuerda: No hables mal, de lo contrario me niego a trabajar contigo.