Quedamos donde siempre y nos tomamos unos cafés y quizá unas birras y me cuentas sobre fanzines y sobre proyectos y sobre maleducados a los que ponemos a caldo en privado y nunca online. Y quizá hablemos de cine y quizá hablemos de otras cosas, que son las que mueven los días y sobre todo las noches, pero siempre en privado y nunca online. Y me dices que estás dibujando una caricatura sobre Pere Garcia Leyes, que fue el protagonista de Difuminado, y ya sabes que serás acosado en persona y siempre online para que me enseñes los bocetos de la maravilla que tarde o temprano acabará acompañando este texto, un texto que ya se termina y que transformaremos en delirios con cafés y quizá con birras. Pero siempre en privado y nunca online. Porque el online sólo sirve para alimentar las nuevas neurosis y para linkar palabras como el Blog, el Facebook o el Instagram de Dani Campoy.