Coincido con Fausto Fernández en que Tony Scott es el hermano que en realidad mola. Pero si aceptamos que el bueno de Ridley ya rodó sus dos obras maestras en 1979 y en 1982, podremos disfrutar sin prejuicios de una filmografía irregular que incluye un bizarro título hermanado con El fuego de la venganza (2004). Sólo por ese flashback que incluye un trío con Javier Bardem, Cameron Díaz y un Ferrari California ya deberíamos indultar a Ridley por alguna tormenta blanca y otra teniente rapada.
El Consejero (Ridley Scott, 2013).