Para poder disfrutar de Open Windows (2014) se debe llegar a la fiesta con la misma apertura mental con la que uno miraba el Tenebre (1982) de Dario Argento o En nombre de Caín (1992) de Brian De Palma. Y si de esta última surgía aquel célebre tagline (Demente, Depravado, Degenerado, De Palma), de esta notable cyper-paja-punto-com debería eyacular el eslogan: Visionario, Virtuoso, Vicioso, Vigalondo.