Antes del viaje deberé inyectarme el antídoto anti-cursilería, que será necesario para disfrutar sin prejuicios de esta fábula burguesa con poesía sobreimpresionada, confidencias a medianoche y árboles que marcan el punto exacto de impacto. Luego los efectos del antídoto irán desapareciendo y uno quedará en paz con todo lo narrado sin hacer demasiadas preguntas y conservando la mala memoria.
Belleza Robada (Bernardo Bertolucci, 1996).