A Marc Coll lo que se le da muy bien es captar el asfixiante ambiente que se crea en una reunión familiar. Ya lo hacía en Tres dies amb la família (2009), con su retrato de los burguesitos hipócritas que no entienden ni soportan todo aquello que escapa de su mentalidad. En Tots volem el millor per a ella (2013) quizá debemos esperar demasiado hasta ese conflicto familiar, pero cuando eso ocurre encontramos en la Geni que encarna Nora Navas un fantástico y extraviado personaje del que nos gustaría conocer sus planes. A pesar de su familia. A pesar de que entonces ya termine la cinta.