Ocurre que tengo la casa llena de obras maestras que todavía no he visto. Las tengo apartadas, controladas ahí todas ellas, esperando el momento adecuado para ser visionadas. Y supongo que se deben sentir un poco mal cuando aterriza de improviso una copia de aquella macarrada con Chuck Norris y David Carradine y tardo microsegundos en darle al play. Hago una rápida asociación de ideas y reparo en que no sólo me ocurre con el zinema.
McQuade, El lobo solitario (Steve Carver, 1983).