La mejor película de la historia te enseña que las cosas no siempre salen como uno esperaba. También te enseña a improvisar para adaptarte a las circunstancias y no morir por el camino. Y también te enseña un montón de obviedades que creías aprendidas pero que en realidad habías olvidado por el camino. Que bajen diez metros de cuerda: diez metros.